La cultura profesional
Ver Video : “La cultura profesional docente; luces, sombras y cómo salir del túnel”
Para Rivas. (1998), “la cultura profesional docente es la resultante de un proceso socio histórico, en un marco institucional, definido por un sistema de pensamiento profesional y un modo de actuación profesional”. La cultura de formación tiene mucho que ver con el actuar docente. El docente es ejemplo de acción, preparación, cultura, lenguaje, interacción. Todo su actuar está bajo el escrutinio y seguimiento de la comunidad, no sólo estudiantil, sino de docentes, padres de familia y en general. La cultura profesional reviste importancia por el hecho de que se trabaja con un factor de suma importancia, el factor humano, de ahí la necesidad de que las prácticas educativas sean el reflejo del cúmulo de valores, creencias, tradiciones, preparación científica que los docentes poseemos. las instituciones educativas y los docentes deben proponer y practicar conductas orientadas a descubrir la diversidad cultural al desalentar actitudes discriminatorias, promover la aceptación de las diferencias, realizar adaptaciones curriculares y didácticas para que los alumnos puedan convivir y desarrollar procesos de enseñanza y de aprendizaje significativos.
La sociedad,
el individuo y la cultura profesional comprenden un complejo entramado de
múltiples variables que otorgan ese carácter complejo y cambiante. Cabe decir que
la cultura profesional, aunque pueda entenderse como un reflejo de la sociedad,
adquiere un sentido particular en el contexto de una profesión, ya que en su
seno se dan una serie de parámetros políticos, ideológicos, culturales y
sociales que otorgan ese sentido de colectividad dentro de la misma y de
diferenciación respecto a otras ocupaciones (Valliant, 2007). No es inusual, en un sistema educativo que no
logra adaptarse a los cambios socioculturales ni satisfacer las demandas de una
sociedad tan crítica con la tarea docente, que los educadores sientan su
vocación flaquear. En una profesión que en los últimos años ha estado signada
por conflictos laborales, salariales y políticos, la vocación docente es la que
permite continuar con la tarea cotidiana. Sin embargo, esta no supone
resignación ni indiferencia. Por el contrario, implica luchar por construir una
escuela que pueda transmitir contenidos verdaderamente significativos, en la
que el esfuerzo y la perseverancia sean los valores que prevalezcan.
La educación
hoy se define con criterios distintos y nuevas exigencias. Educar hoy, no es
sólo una cuestión de transmisión entre generaciones, como tradicionalmente se
definía, sino que abarca muchísimos más aspectos; concepciones, ideas,
sentimientos, actitudes, valores, metodologías, ética, etc. También un docente
debe tener “tolerancia pedagógica”, entendiendo que cada sujeto es consciente o
no, en aceptar, la invitación a ser enseñado, con sus tiempos, con sus
historias, y experiencias personales, en sus contextos particulares. Según
Carlos Solar, educar tiene que ver con una “conversación entre distintas
generaciones, acerca de la herencia, del mundo que ha pasado y de qué hacemos
con eso”. Uno de los importantes roles que desempeña el docente es el de servir
de mediador entre la cultura y el estudiante y no sólo, como se creyó
tradicionalmente, transmitir los conocimientos propios de la asignatura que
orienta. para que el docente pueda cumplir con su función mediadora debe tener
presentes algunas características como son su nivel cultural, el que debe ser
constantemente actualizado; el conocimiento amplio de lo que enseña; estar
actualizado en las últimas teorías y avances de su asignatura y conocer,
además, lo concerniente a otras áreas del saber para que pueda relacionarlos
con la suya; propiciar actitudes de respeto, colaboración, integración,
tolerancia, cooperación y ayuda mutua; generar que el espacio y tiempo
pedagógico se conviertan en un momento de gran interactividad entre sus
estudiantes y de estos con él para que, finalmente, logre el propósito
fundamental de propiciar en los estudiantes, en un contexto social histórico,
el aprendizaje.
Según Rivas
(1998), la cultura profesional docente es el modo como el profesor entiende el
rol profesional y las condiciones en que éste se desarrolla determinan, en gran
medida, la forma como encara su tarea y el ejercicio de su actividad. Sin
embargo, la cultura profesional docente es también el producto de las formas de
relación y asociación que se establece entre estos profesionales. Según A.
Hargreaves y Goodson (1996), la forma de sentirse profesional y de actuar como
tal deber ser flexible y respetuosa con las diferencias individuales. Es
posible que el compromiso profesional se manifieste no necesariamente a través
de actividades colectivas vacías de contenido. El compromiso con la profesión
es un elemento que sigue caracterizando la buena enseñanza.
Se puede
decir que es importante entender y respetar la individualidad, creencias,
valore e ideales de los involucrados en la comunidad escolar para lograr
ejercer de manera óptima nuestro rol como docentes. Es fundamental evitar el
individualismo y egocentrismo y permitirnos ser más críticos en nuestra labor
docente. Un maestro debe de estar siempre preparado a las nuevas demandas que
se le presenta dentro del aula, tener conocimiento de lo nuevo para tener
respuestas a estas y que el alumno puede aprender, interesarse y adquirir
nuevos conocimientos para fomentarles el pensamiento
crítico. El
docente debe adaptarse a las diversidades culturales que se encuentran en el
entorno escolar, debe ser tolerante y adaptarse de forma profesional.
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